viernes, 6 de noviembre de 2015

Mienten más que engullen, reata de...



De Tsipras a Rajoy, vamos a contar mentiras


Dado el gran artículo de Roberto Centeno, ver (1), para elconfidencial.com, me permito solo hacerle algunas pequeñas puntualizaciones al paso, cambiando alguna coma, poniendo `arguna´ cosa a mi estilo raruno, dado que lo que se dice en el mismo, deja claro de quienes estamos hablando. Ya de entrada podemos apuntar, que en España tenemos cinco o seis Grecias escondidas bajo la alfombra, deuda país de un billón de euros, mientras el BCE riega cuan jardinero bajo una intensa lluvia, unas economías lastradas por gigantescas deudas impagables a un siglo vista. Eso desde luego, es algo que al parecer no le importa absolutamente a nadie; veremos hasta cuándo. 

Tsipras & Mariano. De: huffingtonpost

El comportamiento político, económico y financiero de Alexis Tsipras y de Mariano Rajoy, tiene numerosas similitudes y una diferencia, esta es, son las naciones que para desgracia de sus habitantes gobiernan. Grecia, como decía el gran Gila, es “como un país raro”, cuya seriedad y fiabilidad, por decirlo suavemente, es más que discutible, mientras que España intenta ser una gran nación de naciones y nacionalidades varias, expoliada y aplastada por unas élites depredadoras, con el BOE a su servicio, ver constructoras-ladrilleros-especula@dores, más una gigantesca ristra de políticos incompetentes y zolocotrocos, que llevan desde la infausta transición haciéndonos crecer muy por debajo de nuestras reales posibilidades, cuando no destrozando lo bien hecho por unos pocos. Posiblemente España sea una gran nación, que en un  día lejano en que sea gobernada por gente preparada, competente y honrada, dará un gran salto adelante, porque el potencial del pueblo español es enorme.

Como dato apuntar que por ejemplo Irlanda y España, tenían en 1975 la misma renta per cápita, hoy nos superan en casi el 40%, dadas sus reformas estructurales bien llevadas a cabo, más su poca población y bajo porcentaje de inmigración, tres veces menor a la de España. Es en el sector público, tres veces mayor de lo necesario, donde se concentra toda la incompetencia, todo el despilfarro, todo el nepotismo y toda la corrupción. Pero las similitudes entre Grecia y España son numerosas: sus gobernantes son unos profesionales de la mentira y el embuste, todos, una tras otra, un desastre como gestores nada capaces, que han engañado sistemáticamente a sus electores, a sus ciudadanos, a quienes les mantienen. Solo piensan en ganar las siguientes elecciones, “pillar luego cacho”, mientras carecen de integridad y de un plan cara al futuro. 

Han empeorado considerablemente la desastrosa herencia recibida, pues mantienen un sector público, funcionariado, sobredimensionado e imposible de financiar, con miles de empresas públicas inútiles. Esto conduce a un sistema de pensiones quebrado. Se amparan los oligopolios de poderosos sectores protegidos, que no cesan de expoliar al país. Mentiras, la irresponsabilidad política, la irracionalidad económica y la corrupción institucional y personal, continúan sin fin.

Tsipras y sus secuaces, con el pretencioso Varufakis a la cabeza, han sumido a Grecia en el caos. Empezando por lo más evidente para el pueblo llano: en los supermercados empezó a faltar de todo, una situación que recuerda a la Venezuela de Maduro. Luego vino el “corralito bancario”. Es el caos total provocado por unos insensatos `tó alocaos´ que convencieron a un pueblo, cuna de la civilización moderna, pero que solo quería escuchar cantos de sirena, que si votaban “no” en aquel referéndum convocado a todo trapo, como las salidas nocturnas de un hippie fumao, podrían seguir viviendo de los créditos del BCE hasta el fin de los tiempos, hasta que no hubiera o hubiese mañana. A día de hoy resulta imposible imaginar cuánto tiempo les puede llevar a los griegos salir del abismo, en el que tan democráticamente les han llevado sus dirigentes de centro, de izquierda o de derecha, los actuales y los que les precedieron, quizás dos o tres décadas atrás. 

Grecia, Atenas. De: Google

¿Cómo van a seguir pagando a la legión de empleados públicos inútiles, la principal seña de identidad, igual que en España, del despilfarro y del nepotismo? ¿Cómo es posible que cobren un 60% más de media que en el sector privado, igual que en España, y que sea en las empresas y organismos públicos, en los que no existe prácticamente control alguno, donde la casi totalidad de empleados son parientes, amigos y correligionarios de la clase política? Las diferencias salariales son más escandalosas, exactamente igual que en aquí. ¿Y qué decir de los jubilados? La jubilación anticipada, permitida por la UE, a los 50 años para las mujeres y 55 para los hombres ha llevado a que los griegos disfruten de una media de 24 años de jubilación frente a los 18,5 años de otros países de la OCDE. En España no es así, pero el déficit entre ingresos y gastos es tan enorme, que todos los estudios actuariales muestran que es necesario bajar las pensiones en un 40% para garantizar su sostenibilidad, quizás el 80% la de los políticos y cargos públicos, unos 350.000 al menos.

Al solicitar Tsipras un tercer rescate afirmó: “Yo solo soy responsable de cinco meses en el cargo, no de cinco años de ajustes”. ¿Ajustar ha sido mantener un sector público disparatado con sueldos de lujo, cientos de empresas públicas inútiles, y las que eran útiles, como los ferrocarriles, habría sido más barato transportar a los viajeros en limusinas? ¿Ajustar ha sido mantener el mayor nivel de evasión fiscal de Europa? ¿Ajustar ha sido mantener unas jubilaciones eternas, como en España, no solo por lo antes señalado, es que además muchos miles de familias siguen cobrando la jubilación después de muerto el beneficiario? Desde que gobiernan, 100.000 millones de euros han salido del sistema, 60.000 millones fuera de Grecia y 40.000 sacados de los bancos y mantenidos en billetes en sus casas por la gente común. Y se presentó en Bruselas contando que para arreglar este desastre necesitaba 50.000 millones, luego resultó que necesitaba 74.000, porque las dos semanas de control de capitales obligaron a recapitalizar los bancos en 24.000 millones adicionales.

Después de que Grecia estuviera creciendo desde 2012, lo hizo en un 3% en 2014 y creó más de 100.000 empleos en el sector privado, Varufakis y su corte de ultraizquierdistas consiguieron el milagro: hundir el crecimiento al -0,2%. Es decir, un desastre sin paliativos. No es de extrañar que nadie se fíe de las promesas de Tsipras. Pero claro, hay un pequeño problema. Grecia necesitaba un rescate y, además, urgentemente. Y si los griegos necesitan ser rescatados es porque a los responsables no les da la gana vender los activos públicos, ya que los activos en manos del Estado, refinerías de petróleo, eléctricas, gasistas, ferrocarriles, puertos, aeropuertos, etc., pueden tener un valor de 250.000 millones de euros. Grecia no necesitaría más rescates. Y además como ha sucedido en la parte del puerto del Pireo, vendida a una gran empresa china,  la productividad se multiplicaría por diez. 


"Maryano" Rajoy. De: abracadabranoticias

Rajoy, por su parte, es el presidente de Gobierno más inculto de Occidente en décadas, ya que solo lee el Marca y ni se molesta en hojear los documentos esenciales, como la última propuesta griega, porque según sus palabras “era un coñazo”, como el presidir el desfile el día de las Fuerzas Armadas; ¿imaginan al presidente francés diciendo que es un rollo presidir un desfile de esas características? El pueblo francés le echaría a patadas. 

Rajoy se limita a escuchar los resúmenes que le cuentan, muchos seguro que encima erróneos, por lo que no es extraño que sin leer nada, su gran comentario haya sido que “le suena bien la música”. Esto ha sido referido a su ministro De Guindos, uno que estaba loco por obtener el voto griego para su gran poltrona, la que nos lleva costados más de 70.000 millones de euros en el rescate de las irresponsables Cajas de Ahorros, para concluir con su chorrada habitual pidiendo a Tsipras valentía para “poner en marcha las reformas que necesita la economía griega para crecer y crear empleo, como ha hecho él en España”.

Las reformas de las que presume Rajoy constituyen el colmo del cinismo. Decir que sin su política de austeridad habríamos seguido el camino de Grecia, es un engaño masivo a toda la nación, reírse en la cara del ciudadano sin el más mínimo recato. Empecemos por las subidas de impuestos, 36.000 millones de euros anuales a día de hoy, después de subir o inventar 85 nuevas figuras tributarias en el conjunto de las AAPP, las Administraciones Públicas, todas sin excepción recayendo sobre familias y pymes, que sufren ya la mayor presión tributaria individual, superior al 85% del total, record en la OCDE. 

Nada más llegar al poder, su primera medida fue subir impuestos “porque no había otro remedio”, dijo con toda su cara, pero sin mirar de frente, ni mentar ese nombre femenino correctamente. De un presupuesto de gasto de 450.000 millones de euros, de los que 100.000 millones son puro despilfarro, no había según este `manitas´, un solo lugar, una sola partida de gasto, donde recortar 10.000 millones, que fue la primera subida, cuando solo en duplicidades entre AAPP se tiran 32.000 millones de euros anuales. Si se hubieran eliminado las duplicidades, no habría sido innecesario subir ningún impuesto.

Su siguiente “gran reforma” ha sido permitir a los oligopolios el mayor abuso de posición dominante de la historia industrial de España, elevando los precios de la electricidad, del gas y de los carburantes antes de impuestos al nivel más alto de la OCDE. Y ya en el colmo del escándalo, impide que familias y empresas puedan instalar paneles fotovoltaicos, que generan la electricidad a mitad del precio de lo que pagan, y en el súmmum de la inmoralidad ponen una tasa inasumible a la pila Tesla, que permite acumular electricidad e independizarse totalmente de la red. 

En la misma línea y a través de los créditos fiscales y otros sistemas de legalidad más que discutible, las grandes empresas no pagan impuestos o casi, igual que a través de las Sicav´s, unos instrumentos jurídico-fiscales que implantó el PSOE en los 80, `mejorándolas´ en el 2005 y que el PP ha mantenido y ampliado. Estas permiten a los ricos del país escapar a la mayoría de impuestos. Es decir, España, para `argunos Epaña o Egpaña´, es un paraíso fiscal para las grandes empresas, terratenientes, rentistas, pero un infierno fiscal para los ciudadanos, familias y pymes.

NO les votes. Foto: elprotestón

Se ha recortado gasto en sanidad, educación, dependencia, becas y prestaciones por desempleo en más de 30.000 millones. De las 3.500 empresas públicas que prometió que iba a cerrar y que suponen un despilfarro anual de más de 25.000 millones de euros, no ha cerrado ni una sola. Solo se ha limitado a fusionar una docena. Evidentemente, `la valentía´ de Rajoy, manteniendo el despilfarro inútil y recortando el útil, es algo que solo un líder político de la `talla y la visión universal de Mariano´ es capaz de hacer. 

Tampoco ha querido acabar de un plumazo con los 300.000 enchufados dedicados a tiempo completo a inventar, implantar y vigilar el cumplimiento de más de 100.000 normas para destruir España. Este disparate cuesta 15.000 millones extras. En resumen, las reformas del Rajoy que `han salvado a España´, nos cuestan más de 66.000 millones de euros al año a pagar por las clases medias y los más desfavorecidos, manteniendo intactos 72.000 millones de euros en el despilfarro más absoluto que cabe imaginar.

¿Y qué decir de una reforma laboral que únicamente sirve para crear empleos temporales de 600 euros o menos, y eso con suerte, llevando a España hacia el tercermundismo? Las cuentas de los Presupuesto 2015 no están cuadrando ni de broma, ni jartos a vinorro de Jumilla; los nuevos empleos no solo no generan, sino que cuestan dinero a la quebrada Seguridad Social; los ingresos presupuestados que iban a crecer un 7%, lo hacen al 1,4%, un agujero de más de 6.000 millonazos

Y en cuanto a los ingresos fiscales, a pesar de que según MarYano y su banda del Mirlitón crecemos al 3,3%, suben poco más de la mitad de lo previsto, eso con el turismo de mochila y lata de conservas tirando como nunca. En conjunto, los ingresos del Estado y Seguridad Social apuntan a 10.500 millones menos de lo esperado, que será peor porque el crecimiento se está desacelerando. Los gastos, los correspondientes a pensiones, están creciendo al 3,8% y los del Estado se reducen porque las prestaciones por desempleo están cayendo al 18%. Más de 500.000 desempleados se quedarán abocados a la miseria, la marginalidad y al hambre, aunque los gastos por intereses de la deuda crecían un 6,6% a mayo del 2015.

El resumen es que este año el objetivo de déficit, a pesar de que el Gobierno ha elevado su previsión de crecimiento al 3,3%, algo inaudito porque el 2º semestre será peor que el 1º, no se conseguirá ni de lejos,  eso sin contar con las CCAA, donde Cataluña multiplicará por tres el déficit máximo permitido. Oscuros se presentan los presupuestos 2016, pero como el papel lo aguanta todo, pondrán lo que diga el señorito de La Moncloa y el que no se lo crea peor para él, o mejor, que se pire de España. Es evidente por último, que Rajoy ha endeudado a España en 590.000 millones en menos de 4 años, la mayor cifra de nuestra historia ¡peor que Zapatero que ya es decir y mucho! manteniendo un déficit primario, contando el de la Seguridad Social,  del 4% del PIB, lo que significa que lejos de sus mentiras en España tenemos 5 o 6 Grecias escondidas; veremos donde nos llevan… ¡toda esta reata de inútiles! 


(1)http://blogs.elconfidencial.com/economia/el-disparate-economico/2015-07-13/tsipras-y-rajoy-dos-apostoles-de-la-mentira_924978/ 




© Sammas


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